miércoles, 26 de noviembre de 2008

El cosmos copernicano (II parte)

Respuesta de Copérnico a las objeciones aristotélicos y ptolemaicos

El centro de gravedad de las cosas terrestres es el centro de la tierra. Afirma que consiste en la inclinación de las partes a adoptar la figura esférica y que es atribuible a todos los cuerpos del universo y todos estos cuerpos tienen su centro de gravedad. La tendencia de todo cuerpo es descender y caer para reunirse con su esfera.
Ptolomeo había establecido que la Tierra rotaba cada 24 horas; Copérnico, respecto a esto dice que si la Tierra rotara, su rotación sería violenta. Sin embargo, la Tierra tendría un movimiento natural circular por su forma esférica.
Busca la causa de un movimiento horizontal al suelo, en virtud del cual los cuerpos se trasladan con la Tierra en todo momento. El movimiento vertical se debe a la gravedad, pero en la física aristotélica no hay ninguna clase de tendencia de los cuerpos pesados a desplazarse horizontalmente. Copérnico dice que no percibimos que los cuerpos terrestres se vean afectados por el movimiento de la Tierra, debido a que se mueven con el aire y éste con la Tierra. Cuando las cosas ascienden desde el suelo o descienden desde cierta altura su movimiento rectilíneo se combina con el circular de la Tierra gracias a un elemento propulsor, el aire. Según la física aristotélica los movimientos naturales son rectilíneos o circulares, si la Tierra se mueve esta combinación es una exigencia.
El movimiento de la Tierra no ha de producir efectos perceptibles en las cosas que se mueven con ella, todo comparte su movimiento natural.

Los nominalistas del siglo XIV y la posibilidad del movimiento de la Tierra

Juan Burilan y Nicolás de Oresme, tenían ideas relativas al movimiento compuesto de la caída de los cuerpos, al desplazamiento del aire junto con la Tierra y la falta de consecuencias observables derivadas del reposo o movimiento de ésta; la Tierra está en reposo. Copérnico se basó en estos estudiosos, pero él trata de defender la verdad de la hipótesis que afirma el movimiento de la Tierra sostenido: La Tierra se puede mover y se mueve.

La interpretación de las apariencias celestes en términos heliocéntricos. La astronomía copernicana

Copérnico se apoyó en el conjunto de conocimientos transmitidos desde la antigua Grecia. Las apariencias celestes han de ser explicadas partiendo del supuesto de que todo cuanto hay está contenido dentro de la esfera de las estrellas fijas. En el centro de dicha esfera se halla una segunda, la esfera del Sol. Entre ellas se sitúan las esferas de los planetas, se arrastran, al igual que la Tierra, alrededor del Sol. Se constata la presencia de círculos epicíclicos deferentes y excéntricos en su astronomía. La Tierra no está en el centro de los círculos.
Copérnico sigue los pensamientos de los elementos conceptuales cosmológicos, aristotélicos y ptolemaicos, hasta que cambia desde el momento en que introduce la hipótesis del movimiento de la Tierra.

El triple movimiento de la Tierra
1) Consiste en un movimiento diario de rotación sobre su eje en sentido oeste-este.
2) El movimiento anual de traslación en torno al centro, también en sentido oeste-este.
3) El eje de la Tierra gira de este a oeste a modo de un trompo.
A la Tierra se le atribuyen estos movimientos mediante los cuales es posible mostrar el carácter meramente aparente de los movimientos celestes.

El movimiento de retrogradación de los planetas

La teoría copernicana explica el hecho de que la retrogradación aparente se produce cuando los planetas están en oposición al Sol, en conjunción con él. Se le conoce como anomalía heliaca.
Un planeta se halla en su posición más próxima a la Tierra, se produce su aparente retroceso al adelantar o ser adelantado por ella, es entonces cuando se observa más brillante y de mayor tamaño.

La verdad de la teoría astronómica copernicana

Copérnico se persuadió de que la teoría heliocéntrica que defendía era verdadera, permitía describir las cosas tal y como son en la realidad física y el geocentrismo es falso. Un sistema heliocéntrico está en condiciones de deducir el orden de las esferas celestes. El lugar de mayor dignidad es el centro, el centro es algo así como el trono del mundo, desde el cual el astro supremo gobierna cuanto le rodea y este astro no puede ser sino el Sol, fuente de luz y vida.

Sobre luteranos, católicos, ptolemaicos y copernicanos

En el origen de la reforma luterana estaba la vuelta a los libros sagrados como única fuente de revelación. En el libro de Josué dice que éste pidió a dios que detuviera el Sol en beneficio de los israelitas, es porque este astro es el que se desplaza; este es un ejemplo de los argumentos que Lutero, Melanchot, Calvino y otros reformadores tomaron en oposición al heliocentrismo. Ellos habían invocado a las sagradas escrituras para condenar al heliocentrismo.
El conocedor del copernicanismo más reputado dentro del círculo de Melanchot fue E. Reinhold y publicó las Tablas Alfonsinas, basadas en la teoría ptolemaica. Desde el punto de vista matemático la publicación de las tablas de Reinhold, representaron el triunfo de la obra de Copérnico sólo ocho años después de la publicación de la primera edición.
Durante la transición del siglo XVI al XVII, Roma parece despertar de su sueño de indiferencia y prudencia, lanzándose a una guerra contra la libertas de investigación de astrónomos y cosmólogos, que no podía sino perder.


“El cosmos copernicano” en Teorías del universo. pp.124-158.

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